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El Vaticano fija el cónclave para elegir al nuevo Papa el 7 de mayo: más de 130 cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina

28 de abril de 2025.-Más de 130 cardenales electores, procedentes de 71 países y en su mayoría desconocidos entre sí, se encerrarán a puertas cerradas en la Capilla Sixtina para decidir quién será el 267º pontífice de la Iglesia católica. La fecha fue confirmada este lunes por el Vaticano tras la quinta Congregación General, celebrada en Roma.

El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó en rueda de prensa que 190 cardenales participaron de la reunión, aunque sólo “un centenar” tiene derecho a voto por ser menores de 80 años, como exige la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. La jornada del miércoles 7 se iniciará con la tradicional Misa Pro Eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro, presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re, de 91 años, quien por su edad no participará del encierro. Será el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y principal favorito, quien conducirá el proceso desde dentro.

Tras la misa, los cardenales se trasladarán en procesión a la Capilla Sixtina, donde, rodeados por los frescos de Miguel Ángel, comenzarán las votaciones en total aislamiento del mundo exterior. Ese mismo miércoles por la tarde se realizará un primer escrutinio. Como es tradición, el resultado se conocerá mediante la fumata: negra si no hay elección, blanca si hay habemus papam.

La logística está en marcha. Se están preparando tanto la Capilla Sixtina como los espacios de alojamiento. Debido al alto número de electores, no todos podrán hospedarse en la moderna residencia Santa Marta. Por ello, se habilitará el edificio contiguo, conocido como “Santa Marta vieja”, que fue construido por Juan Pablo II en 1996.

Aunque aún no se ha confirmado el número exacto de votantes —se especula que algunos podrían no llegar por problemas de salud—, Bruni aseguró que “nadie se quedará en la calle”. También confirmó que ya se están probando los sistemas que permitirán emitir la señal visual del resultado de las votaciones.

Durante la Congregación General, los cardenales discutieron los desafíos de la Iglesia en el siglo XXI, la necesidad de un liderazgo pastoral con visión global, y temas sensibles como la evangelización y los abusos. Aunque las deliberaciones son secretas, trascendió que se abordó el controvertido caso del cardenal Angelo Becciu, sancionado por el Papa Francisco y excluido del cónclave por un escándalo de corrupción. Becciu ha exigido participar en la elección, pero el Vaticano se mantiene firme en su exclusión, respaldado, al parecer, por una carta firmada por Francisco el pasado 24 de marzo.

En paralelo al proceso formal, el cardenal Parolin continúa consolidando su perfil como papabile fuerte. Este domingo, celebró una misa multitudinaria en honor al difunto pontífice frente a más de 200.000 jóvenes reunidos por el Jubileo. En su homilía, evocó la figura de Francisco como un pastor de misericordia y trazo el perfil del nuevo Papa como alguien que debe continuar esa línea pastoral de ternura, inclusión y compromiso con los más débiles.

A diferencia del cónclave de 2013 —convocado por la renuncia de Benedicto XVI—, este se da tras la muerte de un Papa, en pleno duelo y con un Colegio Cardenalicio poco familiarizado entre sí. El ambiente es tenso, lleno de incógnitas, y alimentado por intrigas internas y disputas sobre el futuro rumbo de la Iglesia católica. En este escenario, la elección del próximo Papa no solo será una decisión espiritual, sino una señal clave para el mundo.

La Gaceta Yucatán—Redacción.

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