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Mérida avanza hacia la economía digital: oportunidades para el comercio electrónico en una ciudad tradicional


Una oportunidad emergente para el comercio local

La economía digital está tomando forma como una realidad estructural en el tejido empresarial de Mérida, según el economista Gabriel Rodríguez Cedillo. Si bien el comercio electrónico ha transformado profundamente los hábitos de compra y venta a nivel nacional, en la capital yucateca el proceso avanza con una marcada heterogeneidad, generando tanto retos como oportunidades para emprendedores, microempresas y negocios tradicionales.

“La digitalización ya no es una tendencia, es parte del modelo económico actual”, afirma Rodríguez Cedillo, doctor en Gobierno y Administración Pública. A su juicio, el comercio electrónico no solo ha optimizado los procesos productivos, sino que también ha abierto nuevos canales de expansión comercial, sin necesidad de crecimiento físico de las empresas.

“Primero, la tecnología entró como herramienta de eficiencia. Ahora es una vía de expansión para los negocios, al permitir llegar a nuevos mercados sin invertir en infraestructura física”, explica el especialista.

Nuevos mercados, nuevas estrategias

Uno de los principales aportes de la economía digital para las empresas de Mérida es la posibilidad de segmentar clientes, diversificar canales y ajustar precios según mercado y comportamiento del consumidor. Esto permite, por ejemplo, ofrecer un mismo producto a diferentes precios según ubicación o canal de compra, una estrategia común en marketplaces y redes sociales.

Para los emprendedores locales, esta dinámica representa una ventana de oportunidad para escalar su alcance, especialmente en sectores como alimentos artesanales, productos hechos a mano, servicios especializados y comercio minorista.

Desafíos tecnológicos y de confianza

Sin embargo, el avance no ha sido uniforme. Muchos negocios aún enfrentan barreras tecnológicas, de capacitación o simplemente culturales, que dificultan su integración plena al ecosistema digital. La dependencia de la conectividad, los sistemas de pago, o el soporte técnico son factores que aún generan incertidumbre.

“Hay un riesgo real cuando las empresas basan toda su operación en plataformas electrónicas. Si falla la red eléctrica, el proveedor tecnológico o la pasarela de pago, se paraliza todo”, advierte Rodríguez Cedillo.

Desde el lado del consumidor, la desconfianza hacia ciertas plataformas o proveedores sin respaldo, sigue siendo un obstáculo. Aunque las compras en línea aumentaron significativamente durante la pandemia, el factor humano y la experiencia presencial continúan siendo clave en giros como gastronomía, salud, o comercio tradicional.

Mérida: entre lo digital y lo tradicional

En este contexto, Mérida se presenta como un caso mixto. La ciudad mantiene una fuerte identidad tradicional, con consumidores que valoran la experiencia presencial, pero también muestra signos de cambio entre las nuevas generaciones, que demandan comodidad, rapidez y acceso digital.

“No todo debe digitalizarse. Hay modelos de negocio, como gimnasios o fondas tradicionales, donde el valor radica en lo presencial. No todos tienen que competir en internet para tener éxito”, señala el economista.

Esta visión sugiere que la digitalización no es un camino único, sino una herramienta que debe adaptarse a cada modelo de negocio. De hecho, algunos comercios que no han invertido en infraestructura tecnológica siguen siendo competitivos, gracias a la fidelidad de sus clientes y el valor de su propuesta tradicional.

Una economía digital en formación

La pandemia aceleró la adopción digital, pero también dejó al descubierto la falta de preparación de muchos negocios para operar en línea. Hoy, Mérida transita por una etapa de diversificación de modelos, en la que conviven negocios altamente digitalizados con otros que siguen operando en efectivo y sin redes sociales.

Rodríguez Cedillo concluye que no existe una única tendencia dominante, sino un mosaico de estrategias en evolución. “La tecnología no sustituye la creatividad empresarial. Es un medio, no un fin. La clave está en adaptarla a la identidad y objetivos del negocio”, afirma.


¿Y ahora qué?
Para los empresarios meridanos, el reto es claro: entender que el comercio digital es una vía de crecimiento, no una amenaza. Invertir con criterio, proteger la experiencia del cliente y mantener la autenticidad local serán claves para construir una economía híbrida, donde lo tradicional y lo tecnológico convivan con éxito.La Gaceta Yucatán—Redacción

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