Por La Gaceta Yucatán
JULIO 2, 2024.- A pesar de los intentos forzados de lograr la paridad de género en el campo político, en Yucatán la ley fue ‘rebasada’ por la realidad: en el Congreso del Estado, las alcaldías y, por supuesto, en la gubernatura, no solo no se logró sino que retrocedió.
El resultado más simple y más directo es la gubernatura, donde dos mujeres y dos varones se enfrentaron, pero aquí solo una podía resultar ganador y fue un varón, en la persona de Joaquín Díaz Mena.
Aquí la desigualdad fue tal, que las mujeres, además de que fueron postuladas por los partidos menos populares, una de ellas se rindió y dio su apoyo a un hombre.
En las presidencias municipales, el sexo femenino solo triunfó en 24 municipios, es decir, en el 23 por ciento de las demarcaciones. El ‘pedazo’ más grande del ‘pastel electoral’ se lo llevaron los varones, con el 73 por ciento, es decir, 82 alcaldías.
Esto significó un retroceso en la paridad de género porque en las elecciones de 2021, hace tres años, las mujeres ocuparon 32 alcaldías, o sea, tenían 3 de cada 10 municipios. Hoy están casi en 2 de cada 10.
Pero, además, del total de regidurías, incluidas las posiciones número 1 de cada Cabildo, es decir, el presidente municipal, también obtuvieron menos que los varones: 392, contra 407 de los varones. Sin embargo, alguien podría decir que aquí si hay paridad, dado que la diferencia es de 15 posiciones a favor de los hombres, porque, en porcentaje, la proporción es 50.93 contra 49.07.
En cambio, en el Congreso del Estado, la diferencia porcentual sí fue mayor y aquí no puede decirse que hay paridad porque la proporción es 43 por ciento mujeres, 57 por ciento hombres. Habrá 20 varones y 15 damas.
Y aunque en número habrá más diputadas en la próxima legislatura que en la actual, que tiene 14, hubo retroceso en el ‘empoderamiento’ femenino porque ahora ocupan 56 por ciento de las curules, contra 44 por ciento de los diputados.