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Sheinbaum advierte: no se protegerá a nadie en Morena si hay vínculos con el narcotráfico en Tabasco

La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó este lunes un mensaje contundente sobre el caso que sacude a Morena: si hay vínculos comprobados entre figuras del partido y el crimen organizado en Tabasco, “no se cubrirá a nadie”, advirtió durante su conferencia “mañanera del pueblo”, al referirse a la investigación contra Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad en el gobierno estatal de Adán Augusto López Hernández.

El exfuncionario, señalado por presuntos vínculos con el cártel La Barredora y acusado de liderar una red criminal mientras ocupaba un cargo clave en Tabasco, tiene una orden de aprehensión vigente emitida por la Fiscalía General de la República (FGR). La mandataria federal subrayó que, a diferencia de casos anteriores como el de Genaro García Luna, este proceso se lleva a cabo en México y con celeridad.

“Cuando hubo conocimiento de posibles vínculos [con grupos criminales], se abrió una carpeta de investigación y se giró una orden de aprehensión. Es muy distinto a lo que ocurrió en sexenios anteriores”, dijo Sheinbaum desde Palacio Nacional. En ese sentido, destacó que su administración no permitirá impunidad dentro del movimiento, sin importar la jerarquía política o afiliación partidista de los involucrados.

Firme contra el crimen, pero sin linchamientos

La presidenta también puso énfasis en evitar juicios paralelos y mediáticos. “Si existen indicios de corrupción, vínculos con la delincuencia organizada o cualquier ilegalidad, las autoridades competentes deben actuar. Pero también rechazamos los linchamientos sin pruebas. Todo debe hacerse con base en evidencia”, recalcó.

La declaración llega en un momento delicado para Morena, cuando la sospecha de narcopolítica amenaza con erosionar los principios que dieron origen al movimiento. El hecho de que los señalamientos estén centrados en un colaborador directo de Adán Augusto López —actual coordinador de los senadores morenistas y figura cercana al expresidente López Obrador— ha encendido alarmas dentro y fuera del partido.

Reunión con líderes legislativos

Sheinbaum confirmó que sostuvo una reunión el pasado 14 de julio con Adán Augusto y Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, para revisar la agenda legislativa. Aunque el encuentro había sido privado, su revelación sugiere un intento por mantener el control político del partido frente a la creciente presión pública.

El caso Bermúdez, sin embargo, plantea un reto mayor: demostrar que Morena puede actuar con firmeza frente a los mismos flagelos que criticó de gobiernos anteriores. La figura de Adán Augusto, por ahora, no ha sido blanco directo de una indagatoria, pero la cercanía con el acusado y su papel en la administración estatal lo colocan en el centro de la controversia.

Golpe a la narrativa de transformación

En un momento clave rumbo a las elecciones intermedias de 2027, el caso en Tabasco representa una prueba de fuego para la administración Sheinbaum. Las comparaciones con el pasado —particularmente con el narcoestado que se atribuye al calderonismo— son inevitables y potencialmente dañinas para un movimiento que hizo de la honestidad y la justicia sus principales banderas.

Morena enfrenta ahora la disyuntiva de proteger su unidad política sin perder credibilidad ante sus bases. Sheinbaum lo dejó claro: no habrá protección para nadie si hay evidencia de crimen o corrupción. Pero también dejó abierta una línea: cualquier acusación deberá ser sustentada por la Fiscalía y los tribunales, y no dictada por el juicio mediático.

La Gaceta Yucatán—Redacción

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