En un movimiento que refleja la nueva política exterior del gobierno de Claudia Sheinbaum, la presidenta defendió este miércoles la designación del ex conductor de televisión Genaro Lozano como embajador de México en Italia, asegurando que se trata de un “experto en relaciones internacionales”, pese a las críticas por su limitada trayectoria diplomática.
Durante la “Mañanera del Pueblo”, Sheinbaum se pronunció por primera vez sobre el nombramiento de Lozano, quien fue ratificado por la Comisión Permanente del Congreso con 25 votos a favor y 9 en contra.
“Es un experto en relaciones internacionales. Además, ha defendido los derechos de las personas LGBT y nos apoyó de muchas maneras”, afirmó la presidenta.
Sin embargo, sectores diplomáticos y analistas han cuestionado la falta de experiencia institucional de Lozano en política exterior, quien hasta hace pocos años se desempeñaba como comentarista político y conductor en medios como Televisa. Su salida de la televisora, según Sheinbaum, fue una de las razones para considerarlo una “buena opción” para representar a México en el extranjero.
Embajada estratégica con perfil improvisado
Genaro Lozano fue designado como embajador de México ante la República Italiana, y de manera concurrente también representará al país ante Albania, Malta y San Marino. Sustituye a Carlos García de Alba Zepeda, un diplomático de carrera nombrado en su momento por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
El nombramiento de Lozano forma parte de una tendencia creciente en la administración federal, que ha priorizado lealtades políticas y visibilidad mediática sobre la experiencia profesional en el servicio exterior.
Cuestionamientos y críticas
Aunque la presidenta destacó su activismo social y su cercanía con el movimiento de la Cuarta Transformación, críticos de la designación han subrayado la ausencia de una carrera diplomática formal, publicaciones académicas relevantes o experiencia en organismos internacionales.
La designación ha sido interpretada por expertos como un mensaje sobre la nueva orientación política y simbólica de la diplomacia mexicana, que privilegia afinidades ideológicas por encima de perfiles técnicos y profesionales.
Una política exterior en transformación
Con este tipo de nombramientos, el gobierno de Sheinbaum reafirma una línea de continuidad con la administración anterior en cuanto a la politización del servicio exterior, a la vez que redefine los criterios para representar a México ante el mundo: visibilidad, afinidad y respaldo político parecen pesar más que la trayectoria diplomática.
La Gaceta Yucatán—Redacción.