- Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos de la jefa de gobierno, fueron asesinados a plena luz del día. El crimen reaviva los temores por la creciente violencia en el corazón político del país.
La violencia volvió a irrumpir con brutalidad en las entrañas del poder capitalino. Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de gobierno, Clara Brugada, y José Muñoz, asesor de su primer círculo, fueron asesinados a tiros este martes por la mañana, en un ataque directo registrado sobre Calzada de Tlalpan, una de las avenidas más transitadas de la capital.
El doble crimen —ocurrido poco antes de las 8:00 horas, en plena hora pico— ha conmocionado al aparato político local y nacional. Apenas seis días atrás, Brugada destacaba una reducción del 49% en homicidios dolosos desde 2019. Hoy, su gestión enfrenta el golpe más duro desde que asumió el cargo.
Ximena Guzmán Cuevas no solo organizaba la agenda de la mandataria; era su persona de mayor confianza. Amiga, aliada política desde 2008 y figura fundamental en cada etapa del ascenso de Brugada, también conocía los entresijos del poder capitalino, con experiencia en administraciones anteriores, incluidas las de Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum.
José Muñoz, por su parte, fue su coordinador de asesores desde los años en Iztapalapa y pieza estratégica en las reuniones del gabinete de seguridad. Según fuentes del gobierno, su presencia era habitual en los espacios donde se tomaban decisiones clave.
Ambos fueron ejecutados en un ataque directo. Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que un sicario, con casco y chamarra blanca, dispara contra Ximena, quien manejaba un vehículo Audi gris con luces intermitentes. José Muñoz, que se acercaba al auto, fue abatido segundos después. El agresor huyó en una motocicleta, presuntamente acompañado por un cómplice.
El asesinato de dos altos funcionarios en una zona céntrica, a plena luz del día y sin que existan hasta ahora detenidos confirmados, sacudió el Palacio del Ayuntamiento. La agenda de Brugada fue suspendida, y tras varias horas de incertidumbre, ofreció un mensaje sin permitir preguntas de la prensa.
“Investigar, esclarecer y garantizar que no haya impunidad es nuestro compromiso”, afirmó la mandataria, visiblemente afectada. A su lado, la exfiscal capitalina Ernestina Godoy, y la fiscal actual, Bertha Alcalde.
Funcionarios federales, legisladores, organismos internacionales y hasta la ONU-México expresaron sus condolencias. La presidenta Claudia Sheinbaum interrumpió su conferencia matutina para condenar el crimen y asegurar que los responsables serán llevados ante la justicia.
Este ataque recuerda al atentado que sufrió Omar García Harfuch en 2020. Entonces, el Cártel Jalisco Nueva Generación fue señalado como responsable. Ahora, aunque no hay confirmaciones oficiales sobre los móviles, las especulaciones se multiplican: ¿un mensaje del crimen organizado?, ¿un ajuste de cuentas?, ¿una advertencia por las políticas de expropiación? El gobierno local guarda silencio.
Hasta ahora, ni la Fiscalía ni la Secretaría de Seguridad han confirmado detenciones. A pesar de los rumores que circulan en redes, todo avance oficial se maneja con total hermetismo.
Este crimen pone en jaque el discurso de seguridad del gobierno capitalino. El pasado 14 de mayo, Brugada informó que los homicidios dolosos habían bajado a un promedio de 2.2 por día. Pero hoy, el asesinato de dos de sus más cercanos colaboradores parece desmentir esas estadísticas desde el centro mismo del poder.
La imagen final del día fue Clara Brugada saliendo del Ayuntamiento, vestida de negro, caminando lentamente entre el cerco de seguridad. Sin aplausos ni cámaras de simpatizantes, sin selfies ni vítores. Solo silencio, flores, y una ciudad en luto.
La Gaceta Yucatán—Redacción.
