- El expresidente de Uruguay, ícono de la izquierda latinoamericana, falleció este martes tras una lucha contra el cáncer. Su legado de humildad, lucha social y dignidad humana deja una huella profunda en el corazón del pueblo mexicano.
Este martes se confirmó la muerte de José “Pepe” Mujica a los 89 años, noticia que ha conmovido profundamente a millones en América Latina, incluido el pueblo mexicano, que despide con respeto y cariño a quien fuera un referente moral y político en la región.
El actual presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, confirmó el fallecimiento a través de sus redes sociales: “Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”. La noticia fue recogida por medios como CNN Brasil, tras una larga batalla contra el cáncer de esófago, que se había extendido al hígado. En enero de 2025, su médica personal informó que Mujica había decidido suspender el tratamiento, optando por pasar sus últimos días en tranquilidad.
México despide a un hermano del alma latinoamericana
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó el pesar del gobierno y de la sociedad mexicana por la partida del exmandatario uruguayo:
“Lamentamos profundamente la muerte de nuestro querido Pepe Mujica, ejemplo para América Latina y el mundo entero por la sabiduría, pensamiento y sencillez que lo caracterizaron. Externamos nuestra tristeza y pésame a familiares, amigos y al pueblo de Uruguay”, escribió en X (antes Twitter).

Numerosos ciudadanos mexicanos también han compartido mensajes de admiración y condolencias, reconociendo en Mujica a un líder cercano, honesto y coherente. “Te vamos a extrañar mucho, Viejo”, escribió un usuario, frase que resume el sentimiento generalizado de pérdida.
Un legado de lucha, dignidad y sencillez
José Mujica fue mucho más que un presidente. Fue un símbolo de congruencia, habiendo pasado más de una década en prisión como miembro del movimiento guerrillero MLN-Tupamaros antes de ocupar la presidencia de Uruguay entre 2010 y 2015. Durante su mandato, legalizó el aborto, el matrimonio igualitario y convirtió a Uruguay en el primer país del mundo en regular el mercado del cannabis, siempre apelando al bienestar común por encima de intereses ideológicos.
Vivió en una modesta casa de campo, donaba la mayor parte de su salario y manejaba un viejo Volkswagen Escarabajo. Por estas razones, fue apodado “el presidente más pobre del mundo”, aunque para millones de personas, incluida gran parte de México, fue uno de los más ricos en valores humanos.
Su franqueza y su amor por la vida sencilla le valieron un cariño genuino. En 2020 recordó su paso por la cárcel militar con esta frase inolvidable: “Lo he vivido todo en esta vida, pero no odio a nadie”.
Un referente para México y América Latina
Pepe Mujica formó parte de la llamada “Marea Rosa” latinoamericana junto a líderes como Hugo Chávez y Cristina Fernández de Kirchner, pero siempre mantuvo una visión crítica, pragmática y centrada en la justicia social, lo que lo distinguió incluso entre sus contemporáneos.
Durante su gestión, Uruguay experimentó un crecimiento económico sostenido y se convirtió en un modelo progresista en la región. Su apertura a refugiados sirios, su disposición para recibir a presos de Guantánamo y su defensa de la democracia lo consagraron como un líder de talla global.
Hoy, México lo despide con gratitud y afecto. Su figura será recordada no solo por lo que hizo desde la presidencia, sino por la forma en que vivió, predicando con el ejemplo que otra política —más humana, más honesta, más humilde— sí es posible.
Descansa en paz, Pepe. América Latina y México nunca te olvidarán.La Gaceta Yucatán—Redacción.