La Agencia de Transporte de Yucatán (ATY) negó categóricamente cualquier retroceso en el sistema de transporte público Va y Ven, mientras persisten deficiencias significativas: al menos 43 rutas aún no operan, según denuncian usuarios y reportes locales.
ATY: no hay marcha atrás, pero sí ajustes profundos
La ATY insiste en que el sistema no se reduce, sino que atraviesa una reconfiguración estratégica para optimizar su operación. En este sentido, ya se ha iniciado un proceso de verificación y reestructuración de 22 rutas catalogadas como de muy baja demanda, con iniciativas para ajustar horarios, trayectos y conectar mejor con zonas de alta afluencia
El titular de la ATY, Jacinto Sosa Novelo, incluso calificó al sistema como un “enfermo en terapia intensiva”, ya que opera con déficit financiero y estructural, e hizo énfasis en que el objetivo es corregir errores de diseño, eficiencia y sostenibilidad financiera
¿Qué está ocurriendo realmente?
Aunque no existe una cifra pública oficial sobre las 43 rutas suspendidas, se reconoce una reducción de unidades operando: un recorte gradual en julio afectó entre el 30% y 50% de las unidades en Mérida, Valladolid y Tizimín, como protesta ante falta de pagos a concesionarios
Paralelamente, el gobernador Joaquín Díaz Mena garantizó que el sistema no se detendrá, defendiendo que permanecerá “al servicio del pueblo”, aunque enfatizó su intención de avanzar con auditorías financieras y rediseño operativo, sin aumentos tarifarios
¿Colapso o metamorfosis?
Problema | Detalle |
Insostenibilidad financiera | El sistema genera gastos operativos millonarios, que superan ampliamente la recaudación |
Rutas con baja demanda | Una ruta revisada transportó solo cuatro pasajeros en todo un recorrido, lo que disparó el IPK a mínimos históricos |
Suspensión parcial del servicio | Reducción drástica de unidades operativas por impago, afectando el acceso a transporte público de miles de usuarios. |
La ATY rechaza el término “retroceso”, enfocándose en que la situación se debe a una revisión profunda y ajustes necesarios. Sin embargo, la realidad es que decenas de rutas siguen inactivas, coberturas se ven reducidas y los usuarios, aún desinformados, enfrentan una movilidad desarticulada.
La apuesta ahora es que las próximas mesas de trabajo, auditorías y reconfiguración operativa logren restablecer un servicio digno, eficiente y accesible para Mérida y su zona metropolitana.
La Gaceta Yucatán—Redacción.