- El nuevo sistema antimisiles estadounidense genera tensión internacional: China lo califica de amenaza estratégica y Rusia abre la puerta a negociaciones nucleares.
El lanzamiento del proyecto “Cúpula Dorada” por parte del expresidente de EE.UU., Donald Trump, ha provocado una ola de reacciones en el escenario geopolítico global. China expresó una “grave preocupación” por el sistema antimisiles de 175.000 millones de dólares, calificándolo como una amenaza al equilibrio estratégico mundial, mientras que Rusia optó por un tono más pragmático, instando a la reactivación del diálogo sobre control de armas.
Durante una conferencia de prensa en Beijing, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, alertó que el proyecto “tiene implicaciones ofensivas y acelera la militarización del espacio”. Instó a Washington a frenar su desarrollo, al considerar que busca una “seguridad absoluta” sin considerar sus consecuencias globales.
Rusia: crítica contenida y apertura al diálogo
En contraste, el Kremlin evitó una condena directa. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, declaró que, aunque el desarrollo es un asunto soberano de Estados Unidos, “la situación exige reanudar los diálogos sobre estabilidad estratégica”. Su declaración fue interpretada como una señal diplomática para retomar negociaciones en materia de desarme, suspendidas desde la ruptura de varios tratados históricos.
Rusia ha manifestado interés en reconstruir marcos legales internacionales, como el desaparecido Tratado ABM y el INF, ambos colapsados en las últimas décadas. Analistas destacan que Moscú busca negociar desde una posición de fuerza, respaldado por sus avances en misiles hipersónicos.
Cúpula Dorada: ¿escudo defensivo o catalizador de una nueva carrera armamentista?
Inspirado en el sistema israelí “Cúpula de Hierro”, el programa estadounidense promete capacidades expandidas, incluyendo la interceptación de amenazas desde el espacio. Donald Trump lo describió como “el escudo definitivo” para proteger al país de ataques de potencias rivales.