Octubre 10, 2024.- A partir de 2025, China incrementará gradualmente la edad de jubilación, que actualmente es una de las más bajas entre las principales economías del mundo. Esta medida busca abordar la disminución de la población y el envejecimiento de su fuerza laboral. Durante los próximos 15 años, la edad de jubilación aumentará a 63 años para los hombres y entre 55 y 58 años para las mujeres, según el tipo de trabajo. Actualmente, los hombres se jubilan a los 60 años, mientras que las mujeres lo hacen a los 50 en empleos manuales y a los 55 en puestos administrativos.
Este cambio tiene dos implicaciones clave. En primer lugar, refleja una tendencia global que muchas economías se han resistido a aceptar, pero que parece inevitable: a medida que las personas viven más tiempo, las economías deberán aumentar la edad de jubilación. En segundo lugar, el impacto financiero de esta medida podría anticipar lo que ocurrirá en otros países, como México, donde también se ha creado un fondo estatal de pensiones.
El aumento de la edad de retiro en China responde, en parte, a las crecientes presiones sobre las finanzas públicas, ya que el fondo de pensiones estatal enfrenta una creciente demanda. “Tenemos más personas alcanzando la edad de jubilación, lo que pone una gran presión sobre el fondo de pensiones. Creemos que ha llegado el momento de actuar en serio”, afirmó Xiujian Peng, investigador de la Universidad Victoria en Australia, que estudia la demografía y economía china.
Un sistema de pensiones rezagado
El sistema de pensiones en China, con regulaciones establecidas en la década de 1950, ha quedado desfasado. En aquel entonces, la esperanza de vida en el país era de apenas 40 años. Ahora, con una población que envejece rápidamente, era urgente reformar el sistema de pensiones de la segunda economía más grande del mundo.
El proceso de implementación será gradual, comenzando en enero de 2025, y dependerá de las fechas de nacimiento de los trabajadores. Por ejemplo, un hombre nacido en 1971 podría jubilarse a los 61 años y 7 meses en 2032. Las presiones demográficas son ineludibles: para 2023, China contaba con casi 300 millones de personas mayores de 60 años, cifra que se espera aumente a 400 millones en 2035, un número mayor que la población total de Estados Unidos.
El Fondo estatal de pensiones chino se quedaría sin recursos alrededor de 2035 si no se implementan cambios. Este desafío no es exclusivo de China. En Estados Unidos, el análisis sugiere que el fondo de Seguridad Social no podrá pagar beneficios completos para 2033, lo que indica que el problema es global, pero en China, con una enorme población envejecida, el desafío es aún mayor.
Una población en declive
La baja tasa de natalidad agrava la situación. En 2022, China reportó una disminución de 850,000 personas, la primera reducción demográfica en décadas, y en 2023, la población cayó en otros 2 millones. Esta tendencia podría profundizarse, ya que los jóvenes cada vez optan más por no tener hijos debido a razones ideológicas y económicas, como el alto costo de vida.
La disminución de la población joven genera un efecto dominó en el financiamiento de las pensiones, ya que un grupo más reducido de trabajadores debe sostener a una creciente población jubilada. El índice de dependencia —que mide el número de personas mayores de 65 años en comparación con los trabajadores menores de 65— fue del 21.8% en 2022, lo que significa que cinco trabajadores sostenían a un jubilado, una proporción que sigue aumentando.
China, un país que ha marcado tendencias globales en muchos aspectos, ahora reconoce un cambio global que arrasa desde hace años: el aumento de la edad de jubilación, especialmente en aquellos países donde el Estado regula las pensiones con fondos que enfrentan serios problemas de financiamiento.- Agencias