- Trump abandona el G7 y enciende la alarma mundial: preocupación por una escalada bélica entre Israel e Irán
El presidente estadounidense Donald Trump detonó una nueva ola de preocupación internacional al abandonar de forma abrupta la cumbre del G7 en Canadá, intensificando su postura frente al conflicto entre Israel e Irán. Su repentino llamado a evacuar Teherán, ciudad con más de 10 millones de habitantes, y su respaldo público al gobierno israelí, aumentan los temores de un conflicto regional con repercusiones globales.
Una salida prematura que sacude la diplomacia
Trump partió la noche del lunes de la reunión del Grupo de los Siete en las montañas Rocosas de Canadá, donde tenía programadas reuniones con los presidentes de México y Ucrania. Sin embargo, su atención se volcó casi por completo al frente de Oriente Medio, desde donde emitió una alerta sin precedentes a través de su red Truth Social para que se evacuara Teherán “sin distinción de nacionalidades”.
La comunidad internacional recibió el mensaje con desconcierto y alarma. Funcionarios de seguridad en Europa señalaron que la actitud de Trump complica los esfuerzos diplomáticos en un momento extremadamente volátil.
Mensajes ambiguos, tensiones en alza
En su breve declaración antes de abandonar la cumbre, Trump aseguró que “se firmará un acuerdo” sobre el conflicto, pero no dio detalles. Sus palabras generaron más incertidumbre que claridad.
“Irán ya está en la mesa. Quieren llegar a un acuerdo. En cuanto me vaya, haremos algo”, afirmó de manera críptica, sin precisar si Estados Unidos respaldará directamente la ofensiva israelí. Mientras Trump afirma no haber participado en los bombardeos israelíes contra objetivos militares y nucleares iraníes, Teherán lo señala como cómplice.
Netanyahu redobla la ofensiva: “Los eliminamos uno a uno”
Mientras tanto, en Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu ofreció declaraciones cargadas de amenazas. En una entrevista con medios estadounidenses, justificó los ataques a Irán como “una batalla de la civilización contra la barbarie” y comparó al líder supremo iraní, Ali Jamenei, con “un Hitler moderno”.
Consultado sobre si había recibido un veto de Trump a un plan para asesinar a Jamenei, Netanyahu fue tajante: “No va a escalar el conflicto, va a ponerle fin”. Y añadió: “Israel hace lo que tiene que hacer”.
Teherán bajo presión: calles vacías y pánico colectivo
En la capital iraní, el impacto fue inmediato. Las calles de Teherán lucieron desiertas el lunes, con el Gran Bazar cerrado y largas filas en las estaciones de servicio. Comerciantes reportaron escasez de productos básicos, especialmente agua embotellada, en medio de compras compulsivas ante el temor de nuevos bombardeos.
La tensión no es solo política: también es humanitaria. Israel reportó que misiles iraníes alcanzaron varias ciudades, incluyendo Tel Aviv, Petaj-Tikva y Haifa, dejando al menos 11 muertos. En zonas residenciales afectadas, los equipos de emergencia buscaban sobrevivientes entre los escombros.
Objetivos nucleares y mediáticos: ¿una guerra de símbolos?
Los ataques israelíes se dirigieron también al centro nuclear de Natanz, clave para el programa atómico iraní. Si bien el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó la destrucción parcial de las instalaciones en superficie, señaló que las áreas subterráneas —donde se encuentra la planta principal de enriquecimiento de uranio— permanecen intactas.
Uno de los bombardeos más simbólicos fue el que alcanzó la sede de la Radio Televisión de la República Islámica (IRIB), interrumpiendo su transmisión en directo. En una escena captada en video, una presentadora abandona el plató segundos antes de la explosión. Las emisiones se reanudaron más tarde con un mensaje desafiante: “La voz del gran Irán no será silenciada”.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había advertido minutos antes que los medios estatales iraníes estaban “a punto de desaparecer”, lo que ha sido interpretado como un intento de anular la influencia del aparato propagandístico de Teherán.
Preocupación global: ¿al borde de un conflicto internacional?
La salida de Trump del G7, justo cuando la comunidad internacional esperaba señales de distensión, ha reavivado el temor de una escalada militar a gran escala en Medio Oriente. Analistas coinciden en que el conflicto entre Israel e Irán podría extenderse a países vecinos y derivar en una grave crisis energética y humanitaria, con consecuencias económicas globales.
Los ojos del mundo están puestos hoy en Teherán, Tel Aviv y Washington. La pregunta que domina los titulares y los mercados es clara: ¿Qué decisión tomará Netanyahu ahora, con el respaldo tácito de Trump?
La Gaceta Yucatán—Redacción.
