Mantener una buena hidratación no solo es esencial para sobrevivir, sino también para preservar la salud física, mental y la calidad de vida a largo plazo. Aunque existen muchas creencias populares sobre cuánta agua deberíamos beber al día —desde los clásicos ocho vasos hasta dos o más litros diarios— la ciencia tiene una respuesta más precisa y personalizada.
Según un informe reciente de Harvard Health Publishing, no existe una cantidad universal que aplique a todas las personas. La ingesta adecuada de agua depende de factores como la edad, el nivel de actividad física, la temperatura ambiental, el estado de salud y los alimentos consumidos.
Agua y salud: más que solo saciar la sed
El cuerpo humano está compuesto en un 60% por agua, y necesita ese líquido vital para realizar funciones tan esenciales como:
- Transportar nutrientes y oxígeno a las células.
- Facilitar la digestión y eliminar desechos.
- Regular la temperatura corporal.
- Proteger las articulaciones, tejidos y órganos.
- Mantener la presión arterial estable.
- Prevenir el envejecimiento prematuro del cuerpo y del cerebro.
Cuando no se consume suficiente agua, pueden aparecer síntomas como mareos, fatiga, dolor de cabeza, falta de concentración y piel seca o envejecida, afectando tanto el rendimiento físico como mental.
¿Cuál es la cantidad recomendada? Harvard responde
De acuerdo con Harvard Health, una persona sana promedio necesita entre 4 a 6 vasos de agua natural al día, además de los líquidos que provienen de alimentos y otras bebidas (como café, té, leche o frutas y verduras ricas en agua).
“La hidratación no depende solo del agua pura. Muchos alimentos y bebidas aportan fluidos. Por eso, las necesidades varían según la dieta, la actividad física, las condiciones de salud y el entorno climático”, indica el reporte.
Factores que pueden aumentar tu necesidad de agua:
- Ejercicio intenso o sudoración elevada.
- Temperaturas elevadas, como las que se viven en verano o en regiones calurosas.
- Edad avanzada, ya que la sensación de sed disminuye con los años.
- Uso de ciertos medicamentos o enfermedades crónicas.
En estos casos, es posible que se requiera aumentar el consumo diario de agua o considerar el uso moderado de bebidas con electrolitos, aunque Harvard advierte que estos no deben tomarse de forma habitual, ya que muchos productos comerciales contienen altos niveles de azúcar y sodio.
Consejos prácticos para mantenerte hidratado
- Toma un vaso de agua con cada comida.
- Aprovecha momentos sociales o de descanso para beber agua.
- Lleva una botella reutilizable contigo para recordar hidratarte.
- Incluye frutas como sandía, melón, fresas o pepino en tu dieta diaria.
- Si haces ejercicio, toma agua antes, durante y después de la actividad.
La hidratación: clave para envejecer con salud
Diversos estudios coinciden en que la hidratación adecuada retrasa el deterioro cognitivo, mejora la apariencia de la piel y fortalece el sistema inmunológico. Tomar suficiente agua diariamente es una estrategia sencilla y accesible que puede tener un impacto profundo en la longevidad y el bienestar general.
La Gaceta Yucatán—Redacción.