- Una ruptura histórica sacude la política y la tecnología mundial: Elon Musk acusa a Donald Trump de estar vinculado a la red de abuso sexual de Jeffrey Epstein.
- El magnate tecnológico dinamita su relación con el expresidente en una batalla pública que deja daños colaterales incluso en América Latina.
Lo que parecía una alianza indestructible entre dos de las figuras más poderosas del planeta ha estallado en mil pedazos. Elon Musk, CEO de Tesla y dueño de la red social X, acusó públicamente al expresidente Donald Trump de estar involucrado en la red de abuso sexual y tráfico de menores liderada por Jeffrey Epstein, un escándalo judicial que sigue dejando al descubierto los vínculos de poder más oscuros de las últimas décadas.
“Es hora de soltar la bomba: Trump está en la lista Epstein. Esta es la verdadera razón por la que no se ha hecho pública. ¡Que pasen un buen día!”, escribió Musk este jueves en su cuenta oficial, dejando al descubierto una fractura política de alto voltaje.
Del idilio al caos: la traición entre dos titanes
Hasta hace poco, Trump y Musk eran aliados estratégicos. El primero, multimillonario y referente del nacionalismo conservador; el segundo, el innovador tecnológico con aspiraciones mesiánicas. Pero una disputa por una ley de política interna impulsada por los republicanos fue el principio del fin.
“Estoy muy decepcionado de Elon”, disparó Trump públicamente, aludiendo a un supuesto respaldo que ahora siente traicionado. “Lo ayudé mucho”, dijo con tono dolido, como quien lamenta una separación con cuentas compartidas.
Musk no tardó en responder:
“¡Falso! Este proyecto de ley nunca me fue mostrado ni una sola vez y fue aprobado en plena madrugada tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo leerlo.”
La confrontación escaló rápidamente de un conflicto político a una guerra sin cuartel.
Vínculos con Epstein: documentos revelan nombres explosivos
Pero lo más grave estaba por venir. Nuevos documentos judiciales, recientemente desclasificados en el marco del caso contra Ghislaine Maxwell —socia y pareja del difunto Epstein—, volvieron a vincular a Donald Trump con la red de abuso de menores. Entre los nombres mencionados figuran también el príncipe Andrés de Inglaterra, Bill Clinton, Michael Jackson y David Copperfield.
Una de las testigos, Johanna Sjoberg, relató un episodio en un vuelo privado con Epstein, cuando el piloto anunció un cambio de ruta:
“Vamos a Atlantic City. Llamaremos a Trump e iremos al casino”, habría dicho el magnate, en lo que se describe como un viaje de recreación en medio de una trama siniestra.
Además, Ghislaine Maxwell confirmó haber estado en Mar-a-Lago, el club privado de Trump en Palm Beach. Ese lugar es señalado en múltiples testimonios como uno de los centros donde presuntamente se reclutaban menores para la red de Epstein.
La guerra entre Musk y Trump también impacta en Argentina. El presidente Javier Milei, admirador declarado de ambos, ahora queda en una posición incómoda. Mientras en Buenos Aires se promueven políticas inspiradas en la visión conjunta de ambos magnates, la ruptura pública y las graves acusaciones dejan en evidencia un conflicto que va más allá de las fronteras estadounidenses.
La luna de miel terminó. Y lo hizo con el estruendo de una bomba mediática y judicial. La batalla Trump–Musk ya no es un cruce ideológico: es una guerra total marcada por traiciones, mentiras y un pasado oscuro que amenaza con devorarlos a ambos.
La Gaceta Yucatán—Redacción.
