A un año de asumir la gubernatura de Yucatán, Joaquín “Huacho” Díaz Mena conmemoró este martes su primer aniversario al frente del Ejecutivo estatal con un mensaje en redes sociales, en el que reiteró su compromiso con el pueblo yucateco y afirmó que “el Renacimiento Maya apenas comienza”.
En una transmisión en vivo a través de Facebook, el mandatario recordó los momentos simbólicos de su toma de protesta, ocurrida la noche del 30 de septiembre de 2024, cuando el Congreso del Estado sesionó en la Plaza Grande de Mérida para oficializar su nombramiento.
“Siempre honraré la confianza que me dieron ustedes y juntos vamos a seguir trabajando”, expresó Díaz Mena en su mensaje dirigido a la ciudadanía.
Un año de cambio: del Palacio cerrado al Palacio del pueblo
El gobernador también rememoró su entrada simbólica a Palacio de Gobierno aquella misma noche, y cómo —durante la madrugada del 1 de octubre— las puertas del recinto ubicado en la calle 61 fueron abiertas por primera vez al pueblo, en un acto que definió como un “gesto de reconciliación y cercanía” con la sociedad.
Este acto marcó, dijo, el inicio de una nueva etapa política y social en Yucatán, que él mismo ha denominado como “el Renacimiento Maya”, una visión de gobierno centrada en la justicia social, la inclusión y el fortalecimiento de la identidad cultural del estado.
Proyección a futuro: promesas de continuidad
Aunque no ofreció un balance detallado de su primer año de gobierno, Díaz Mena adelantó que su administración continuará enfocándose en el bienestar de los sectores más necesitados, en particular en las comunidades indígenas y rurales del interior del estado.
“El Renacimiento Maya es una realidad en marcha, pero apenas comienza”, insistió el gobernador, quien reiteró su llamado a la unidad para consolidar lo que calificó como un proyecto histórico para Yucatán.
Antecedente político e institucional
Díaz Mena asumió el cargo como primer gobernador de Yucatán emanado del movimiento de la Cuarta Transformación, en un evento que rompió con los esquemas tradicionales al trasladar la toma de protesta desde el Congreso del Estado hasta el corazón de la capital yucateca.
Este gesto fue interpretado como un símbolo de apertura, cercanía y ruptura con las viejas formas del poder, y desde entonces ha sido una narrativa constante en su comunicación con la ciudadanía.
La Gaceta Yucatán—Redacción.