- El presidente Donald Trump anunció que a partir del 3 de abril se impondrá un arancel del 25% sobre los automóviles y repuestos automotrices importados a Estados Unidos.
Marzo 31 de 2025.- La medida adoptada de manera unilateral por los Estados Unidos de imponer aranceles del veinticinco por ciento a los vehículos y repuestos automotrices importados ha desconcertado a los aliados de Estados Unidos que intentaron evitarla a través de diversas estrategias. México, por ejemplo, desplegó miles de soldados en la frontera para frenar la migración, mientras que Corea del Sur se comprometió a invertir veintiún mil millones de dólares en la expansión de su industria manufacturera en Estados Unidos.
Japón, por su parte, propuso invertir hasta un billón de dólares y comprar más gas natural estadounidense. A pesar de estos esfuerzos, el arancel se implementará de todos modos.
México, Japón, Corea del Sur y Canadá son responsables del 75% de las importaciones de vehículos a los Estados Unidos, lo que los convierte en los principales afectados por esta medida. Además de las exportaciones directas, varios fabricantes extranjeros también producen en México y Canadá, lo que incrementa su exposición a los aranceles. Europa, especialmente Alemania, también se verá impactada, ya que sus principales fabricantes representan casi tres cuartas partes de las exportaciones automotrices de la Unión Europea a Estados Unidos.

A corto plazo, se espera que estos aranceles afecten las operaciones de producción y las ganancias de los fabricantes extranjeros. Las acciones de empresas como Toyota, Honda, Hyundai, Kia, Volkswagen y otros fabricantes alemanes experimentaron caídas significativas tras el anuncio. Sin embargo, los efectos a largo plazo podrían ser aún más dañinos para las economías de los países afectados, ya que dependen en gran medida de la industria automotriz y sus cadenas de suministro.
Los fabricantes de automóviles de Japón y Corea del Sur, así como las marcas europeas, se han vuelto cada vez más dependientes del mercado estadounidense debido al estancamiento de la demanda en sus países de origen y la competencia creciente en China, el mayor mercado automotriz del mundo. Por ello, han intensificado sus esfuerzos para obtener exenciones de los aranceles.
A pesar de las inversiones y promesas de cooperación, como la de Hyundai de invertir veintiún mil millones de dólares en la fabricación estadounidense, Trump se mantuvo firme en su política. Las autoridades extranjeras, sorprendidas por la medida, han expresado su descontento, como el primer ministro japonés Shigeru Ishiba, quien solicitó firmemente que Japón fuera exento del arancel. En México y Canadá también hubo reacciones de sorpresa y frustración por la falta de notificación previa.
Si los aranceles se mantienen o se vuelven permanentes, los economistas advierten que podrían frenar el crecimiento económico en los países afectados. Además, los costos adicionales derivados de los aranceles probablemente aumentarán los precios de los vehículos en Estados Unidos, lo que impactaría a los consumidores finales.
La Gaceta Yucatán – Redacción.