Por La Gaceta Yucatán
MÉRIDA, Yuc., 21 de septiembre.- Otoño en Yucatán: este 22 de septiembre, en punto de las 6:44 horas, o sea, en la mañana, ocurrirá el cambio de estación en el hemisferio norte del planeta, donde se ubica la península de Yucatán: termina el verano e inicia el otoño, lo que implica que con el pasar de las semanas los días serán más cortos y las noches más largas.
Pero la llegada del otoño en Yucatán, este cambio resulta significativo principalmente porque en la zonas arqueológicas, o sea, las antiguas ciudades mayas, ocurren fenómenos arqueoastronómicos que lo ‘anuncian’; son varias ruinas donde esto ocurre, aunque las más representativas por ser las más conocidas son los de Chichén Itzá -uno de los más concurridos- y Dzibilchaltún, aunque en este último sitio no habrá acceso al público.
En el primer caso, en unas de las ‘caras’ del Castillo, principal estructura de la ciudad, que detenta el título de unas de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, se forman hasta nueve triángulos de luz y sombra, que representan el cuerpo del dios Kukulcán, la Serpiente Emplumada.
En Dzibilchaltún, el sol (kin, en maya) ‘se levanta’, esto es, en los primeros minutos del amanecer, y ‘se asoma’ por la ventana principal del Templo de las Siete Muñecas. Sin embargo, este año no será posible apreciar el espectáculo, porque, como ya hemos publicado, aún se encuentra cerrada por rescate de algunas de sus áreas.
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Otoño en Yucatán: el ascenso del dios Kukulcán en Chichén Itzá
Cabe aclarar que, en medio de la llegada del otoño en Yucatán, si bien la mayoría de la gente asocia estos fenómenos de luz y sombra con el equinoccio y cree que lo ‘anuncian’, que significa ‘igualdad del día y la noche’, esto no ocurre sino hasta unos siete días después del cambio de estación, entre el 27 y 28 de septiembre.
Ocurre algo similar con el fenómeno de luz y sombra en Chichén Itzá, que se conoce como ‘descenso’ de Kukulcán; sin embargo, el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa ha explicado que esto sólo ocurre marzo; en realidad, en septiembre, Kukulcán asciende o sube.
La ‘muestra’ es que los triángulos de luz y sombra van disminuyendo: el máximo que se forma son nueve y al llegar el cambio de estación ‘bajan’ a siete, que es la cifra que más vemos en las fotos; al avanzar los días, los tríangulos van ‘desapareciendo’. En primavera, van sumándose desde dos, tres, cuatro hasta llegar a siete y, después de la fecha, nueve.
El astrónomo yucateco también ha insistido en que el fundamento científico básico es la dualidad que ‘gobierna’ el universo: hombre-mujer; día-noche. En este caso, descenso en primavera, época de fecundación, luz, siembra; ascenso en el otoño en Yucatán, oscuridad, nacimiento, cosecha.
Además, suena lógico, porque la llegada de la primavera se asocia con la vida, la luz; incluso los árboles se llenan de hojas y flores. Además, con el pasar de las semanas, los días se hacen más largos y las noches, más cortas.
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Ahora, con la llegada del otoño, como ya se dijo, todo va en sentido inverso; las plantas mudan de hojas, por mencionar otro signo; de ahí que el astrónomo Salazar Gamboa aclare que La Serpiente Emplumada ascenderá.
De regreso al otoño, después de su entrada triunfal la mañana del 22 de septiembre en Yucatán, ‘estará con nosotros’ durante 90 días hasta que, en la madrugada del 21 de diciembre, a las 3:20 horas para ser exactos, el invierno ‘lo releve’.
Por cierto, otro mito que no atañe sólo al otoño sino a las 4 estaciones, la duración en días no es igual; el verano -que está por terminar-, al igual que la primavera, dura 93 días; el periodo otoñal sólo 90 y el invierno, apenas 89.