- La caída de un señalamiento tipo puente en una de las vías más transitadas de Yucatán expone fallas en infraestructura y riesgos latentes para automovilistas
Un grave incidente puso en riesgo la vida de conductores este martes tras el colapso de una estructura de señalamiento vial tipo puente en el kilómetro 14.5 de la carretera federal Mérida–Progreso, una de las vías con mayor flujo vehicular en el estado. El hecho fue atribuido oficialmente a las intensas lluvias y ráfagas de viento, aunque expertos señalan que la falta de mantenimiento preventivo podría haber contribuido al colapso.
La estructura, de grandes dimensiones, cayó sobre el cuerpo B de la carretera —en dirección a Mérida— sin que hasta el momento se reporten personas heridas. Sin embargo, testigos aseguran que el evento ocurrió poco tiempo después de que varios vehículos pasaran por la zona, lo que evidencia el alto riesgo que representó para la integridad de los usuarios de la vía.
¿Falla estructural o negligencia?
Aunque las autoridades se apresuraron a señalar que la caída se debió a las condiciones climáticas, no es la primera vez que se reportan problemas en señalizaciones o estructuras metálicas en esta carretera federal, cuya carga vehicular diaria ronda los 40 mil vehículos.
Expertos en infraestructura consultados por este medio señalan que la corrosión, el desgaste por años de uso y la falta de inspecciones estructurales periódicas podrían haber debilitado el señalamiento. “La lluvia y el viento son factores detonantes, no causas únicas. Estas estructuras deben resistir eventos climáticos típicos de la región”, explicó un ingeniero civil que pidió el anonimato.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en Yucatán, en coordinación con la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública estatal, activó un operativo de emergencia para retirar los restos de la estructura y restablecer el tránsito vehicular.
El operativo estuvo encabezado por el Ing. Luis Pimentel Miranda, director general del Centro SICT Yucatán, y el Agente Mayor Francisco Estrella Camacho, de la Coordinación Estatal Yucatán de la Guardia Nacional.
Cuadrillas de mantenimiento y conservación rutinaria —contratadas por la SICT— fueron desplegadas de inmediato para cortar y remover la estructura, liberar la vía y evitar mayores afectaciones al flujo vial.
Zona de alto riesgo con antecedentes
La carretera Mérida–Progreso no solo es una arteria clave para el turismo y la actividad económica del estado, sino también una de las rutas con más reportes de accidentes debido a exceso de velocidad, señalamiento deficiente y condiciones climáticas adversas.
Diversos colectivos ciudadanos han solicitado en años recientes la revisión integral de las estructuras viales, pasos peatonales y puentes que cruzan esta autopista, sin obtener respuestas concluyentes por parte de las autoridades.
“Esto pudo haber sido una tragedia. Una estructura metálica de ese tamaño no cae de la nada. Debe haber un análisis técnico de fondo, no solo una reacción superficial”, declaró Mariana Escalante, activista de movilidad urbana segura.
Un llamado urgente a la transparencia y prevención
El incidente revive la necesidad de auditorías técnicas públicas y de una política de mantenimiento más transparente y proactiva, especialmente en rutas federales de alto tráfico. La opacidad en los contratos de mantenimiento, la subcontratación de empresas sin controles estrictos y la falta de fiscalización independiente pueden derivar en situaciones potencialmente mortales, como la de este martes.
Hasta el momento, ni la SICT nacional ni el Gobierno de Yucatán han anunciado una investigación formal para determinar si existió negligencia estructural o fallas en las labores de conservación de la vía.
La caída de esta estructura vial no puede verse como un hecho aislado. Es una alerta grave sobre la vulnerabilidad de nuestra infraestructura pública y sobre la urgencia de aplicar protocolos técnicos de revisión periódica antes de que ocurra una tragedia irreversible.
Mientras las autoridades limpian los escombros y restablecen el tráfico, queda flotando una pregunta clave: ¿cuántas otras estructuras en Yucatán podrían colapsar si no se actúa con responsabilidad y transparencia?
La Gaceta Yucatán—Redacción.
