- Reunion de trabajo incomoda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo este lunes una prolongada pero tensa reunión con los coordinadores parlamentarios de Morena, Ricardo Monreal Ávila y Adán Augusto López Hernández, en medio de un creciente clima de incomodidad generado por recientes escándalos que involucran a figuras cercanas al oficialismo.
A la salida del encuentro celebrado en Palacio Nacional, Monreal calificó la reunión como “amable y cordial”, sin embargo, fuentes al interior del recinto —consultadas por este medio— señalaron que la presidenta se mostró visiblemente incómoda por diversos temas que han acaparado la atención mediática y que están comenzando a generar presión política sobre su administración.
Entre la agenda legislativa y los escándalos
De acuerdo con Monreal, se discutieron cerca de 30 puntos legislativos, incluyendo las prioridades del último periodo ordinario del Congreso. No obstante, lo que marcó el trasfondo del encuentro fueron las recientes controversias que rodean a figuras morenistas clave:
- Adán Augusto López, coordinador de Morena en el Senado, ha sido salpicado por la reapertura del caso de su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, prófugo de la justicia y presuntamente vinculado con el grupo criminal La Barredora. El caso ha levantado sospechas de posibles vínculos con el narcotráfico, lo que ha comenzado a tensar el ambiente político dentro de la 4T.
- La presidenta también habría externado su malestar por el reciente viaje vacacional de Andy López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, en medio de una creciente percepción de frivolidad y desconexión de algunas figuras del oficialismo frente a las necesidades de la ciudadanía. Aunque Sheinbaum no se ha pronunciado públicamente, colaboradores cercanos admiten que el tema fue mencionado como un “riesgo de imagen”.
- Asimismo, el papel de Ricardo Monreal sigue siendo observado con cautela desde algunos sectores de Palacio Nacional, especialmente tras su distanciamiento en etapas clave del sexenio anterior y su relación ambigua con sectores del poder judicial y empresarial.
“De buen humor”, pero con reservas
En declaraciones a medios, Monreal intentó proyectar normalidad:
“Una reunión amable, cordial con la Presidenta. Estaba de buen humor, de buen sentido, buen talante… y nosotros estábamos deliberando, Adán y un servidor”, dijo el legislador zacatecano.
Sin embargo, esa aparente cordialidad contrastaría con la firmeza mostrada por Sheinbaum al reiterar que los valores de honestidad, transparencia y responsabilidad son fundamentales en su gobierno, y que no tolerará distracciones, frivolidades ni vínculos oscuros entre su equipo o aliados legislativos.
Sobre el tema de Adán Augusto, Monreal aseguró que la presidenta le reiteró “su respeto y ratificación” como coordinador del grupo parlamentario en el Senado. A pesar de ello, fuentes políticas confirman que la mandataria solicitó información puntual sobre la situación jurídica del exfuncionario Bermúdez, lo que podría abrir una revisión interna sobre los vínculos de la administración tabasqueña durante el gobierno de López Hernández.
Contexto adverso y expectativas altas
La reunión se produce en un momento clave para Sheinbaum, quien busca mantener cohesionado al bloque oficialista de cara al arranque de su sexenio, al tiempo que consolida una imagen de ruptura con las malas prácticas del pasado.
Las vacaciones de Andy López, los señalamientos en contra de Adán Augusto y las dudas persistentes sobre el rol de Monreal representan puntos de tensión que podrían erosionar la narrativa de renovación y disciplina política que la presidenta intenta posicionar.
Por ahora, el mensaje oficial es de unidad. Pero la realidad al interior del círculo morenista refleja que hay grietas en la línea de flotación, y Sheinbaum lo sabe.
La Gaceta Yucatán—Redacción.
