Solsticio de invierno en Yucatán: Diciembre es, para muchos, el mes más esperado del año y el invierno que “lo viste” de blancos paisajes -aunque no en todos lados nieve- la temporada favorita para millones de personas en el mundo.
Sin embargo, sólo algunos días del calendario del último mes ‘caen’ dentro de la llamada cuarta estación -que también es técnicamente la primera del año, aun cuando la primavera sea la número uno en orden cronológico para contar las cuatro- y esos días comienzan precisamente este domingo, 21 de diciembre.
En esa fecha del solsticio de invierno en Yucatán, en punto de las 3:20 horas, se dará el cambio de estación, de otoño a invierno, en el hemisferio norte del planeta, en el que está Yucatán, de acuerdo con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe).
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El Inaoe nos recuerda que ese día también ocurre el solsticio de invierno en Yucatán y el hemisferio norte, y explica que, al igual que los equinoccios, son originados por el eje de rotación de la Tierra alrededor del Sol, la llamada eclíptica, que no es perpendicular al planeta sino que está inclinado 23.5 grados.
Así, en el caso del solsticio de invierno en Yucatán, o sea, en nuestro hemisferio, el polo norte ‘se aleja’ del sol, lo contrario a lo que ocurre en el verano. Debido a esta inclinación, los rayos del astro rey no llegan igual que en otras épocas y el día dura menos, o sea, las horas de oscuridad se alargan.
Solsticio de invierno en Yucatán: qué ocurre en las ruinas mayas
De acuerdo con el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa, catedrático jubilado del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) y de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), en Yucatán hay por lo menos en 6 zonas arqueológicas ‘se anunciarán’ tanto el solsticio de invierno en Yucatán como el cambio de estación.
Se trata de Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Mayapán, Oxkintok, San Antonio Chel y Uxmal, cada una de las cuales ‘vive’ un fenómeno de luz y sombra. Cabe señalar que, en el caso de Mayapán, no será posible presenciar este espectáculo de la arqueoastronomía porque está cerrado al público, debido a un conflicto ejidal por la posesión de las tierras.
Es precisamente en esa ciudad maya donde el fenómeno que marca el próximo cambio de estación es más parecido al mundialmente conocido descenso (o ascenso) de Kukulcán, pues ocho triángulos se forman sobre la pirámide principal de la ciudad precolombina.
Pero, como hemos dicho, el fenómeno que marca el solsticio de invierno en Yucatán no podrá apreciarse este año; en el resto de las ciudades precolombinas, podrán verse los respectivos fenómenos de luz y sombra.
En el caso de las ruinas más famosas del Estado y una de las más conocidas de México -actualmente es la más visitada del país-, Chichén Itzá, el fenómeno no es tan fácil de observar como el descenso o ascenso de Kukulcán en el tiempo cercano a los equinoccios.
¿Por qué no puede observarse en tu totalidad el fenómeno de luz y sombra que marca el solsticio de invierno en Yucatán, en el caso de Chichén Itzá? Porque lo que ocurre en Chichén es que el sol alumbra dos caras de la pirámide y deja en la penumbra las otras dos, con una precisión matemática. Para verlo completo, requeriríamos de una visión de 360 grados.
De cualquier forma, bien pueden verse las dos caras alumbradas si uno se coloca de espaldas al sol y las dos ‘oscuras’ si uno se ubica frente al astro rey. Esto ocurre primero en el amanecer y luego, en el atardecer, pero, por obvias razones ‘se invierte’, pues las caras que por la mañan aparece iluminadas, por la tarde serán las ‘oscuras’.
En cuanto a la noche más larga, también un ‘signo’ de la llegada del invierno, esta será la del 21 de diciembre: el sol saldrá a las 6:31 horas (6:31 de la mañana) y se ocultará a las 17:22 horas (5:22 de la tarde), para un total de 10 horas y 51 minutos de claridad, o sea, 13 horas y 9 minutos de oscuridad. Por supuesto, el día más largo es en junio, con la llegada del verano.