- El equipo londinense se impuso 3-0 al poderoso PSG con una actuación estelar de Cole Palmer, autor de dos goles y una asistencia. El Chelsea de Enzo Maresca levanta el primer Mundial de Clubes de la nueva era.
En Nueva Jersey, el Chelsea escribió una página dorada en su historia al consagrarse campeón del Mundial de Clubes 2025, derrotando con autoridad al Paris Saint-Germain por 3-0 en una final que marcó un antes y un después. El conjunto dirigido por Enzo Maresca rompió todos los pronósticos y desmanteló al campeón de Europa con una exhibición táctica impecable, coronada por la inspiración de Cole Palmer.
Palmer, el genio que desactivó al PSG
No fue el Real Madrid ni el Bayern Múnich quienes bajaron al PSG de la nube en la que venía flotando tras arrasar en la Champions League. Fue el Chelsea, un equipo que entendió cómo anular las virtudes del conjunto de Luis Enrique y ejecutó su plan a la perfección.
Palmer, incisivo, desequilibrante y letal, firmó una de las actuaciones más memorables del torneo. Su primer zurdazo, preciso y rasante, abrió el marcador tras una recuperación y un pase de Malo Gusto. Minutos después, el joven atacante repitió la fórmula: diagonal desde la derecha, recorte en la frontal y remate al mismo rincón. Letal.
Y cuando el PSG aún trataba de recomponerse, Palmer volvió a castigar: esta vez asistiendo a João Pedro, quien definió por encima de Donnarumma con sutileza. Tres golpes certeros en la primera mitad dejaron al PSG desconcertado, desbordado y emocionalmente fuera del partido.
El Chelsea, dueño del ritmo y del plan
Maresca plantó a su equipo sin complejos. Con Reece James en una posición más central como apoyo a Caicedo, y un bloque compacto pero ambicioso, el Chelsea presionó alto, ganó duelos individuales y fue dueño del balón en los primeros compases. Cada recuperación era una transición punzante, cada ataque tenía intención.
El PSG apenas pudo conectar su juego habitual. Cuando Vitinha logró tomar las riendas, el equipo francés generó peligro, pero se topó con un Robert Sánchez monumental. El guardameta español fue clave, interviniendo con reflejos ante remates de Doué y Dembélé.
Una segunda mitad sin respuestas para el PSG
Luis Enrique intentó agitar el tablero tras el descanso, pero su equipo no encontró los caminos. Aunque Vitinha empujó y los extremos buscaron profundidad, la defensa del Chelsea no se descompuso. El bloque inglés, bien replegado y con oficio, cerró espacios y aguantó los intentos parisinos sin mayores sobresaltos.
Incluso en el tramo final, con el PSG volcado y desordenado, el Chelsea estuvo más cerca del cuarto. Delap, que ingresó por João Pedro, obligó a Donnarumma a una atajada espectacular en un mano a mano.
El Chelsea sorprende al mundo y conquista el Mundial
En su camino al título, el Chelsea había eliminado a Fluminense y luego sorprendió al mundo con una final perfecta ante el favorito absoluto. El PSG, que venía de golear en semifinales al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso y en la final de Champions al Manchester City, se topó con una muralla táctica y emocional que no supo cómo superar.

Enzo Maresca, que asumió el banquillo del Chelsea hace menos de un año, se coronó en lo más alto del fútbol mundial de clubes, ganando el primer título de esta nueva era. Su lectura del partido, la ejecución de su plan y el liderazgo de un grupo joven pero hambriento, hicieron historia.
El Chelsea, campeón del mundo. El PSG, sin respuestas. Y Cole Palmer, el nombre que ya retumba entre los grandes.
La Gaceta Yucatán—Redacción.