Hernán Bermúdez Requena y el rastro que conecta a Yucatán con La Barredora. La historia no ocurrió en carreteras: se escribió en el aire. Avionetas privadas trasladaron millones en efectivo y, según testimonios, una parte tocó pista en Mérida sin levantar alarmas públicas.
El caso desnuda una contradicción: el discurso de seguridad versus controles que no detectaron, o no detuvieron, operaciones de alto riesgo.
Un testigo protegido afirma que millones en efectivo llegaron a la capital yucateca por vía aérea, como parte de la caja negra de La Barredora, el grupo criminal que, según las autoridades, comandaba el exjefe policíaco tabasqueño Hernán Bermúdez Requena.
El circuito del dinero que tocó a Yucatán fue una rutina discreta en donde nadie sabía o quería saber qué bajaba o subía.
Nacido en Mérida en 1953, de acuerdo con el registro del archivo de Diario de Yucatán, y criado en Tabasco, Bermúdez —alias “Comandante H” o “El Abuelo”— fue secretario de Seguridad de Tabasco entre 2019 y 2024.
El 12 de septiembre de 2025 cayó en Paraguay y fue expulsado a México; un juez le dictó prisión preventiva y hoy duerme en el Altiplano, mientras la Fiscalía estatal lo procesa por delincuencia organizada, extorsión y secuestro.
La captura encendió un temblor político que alcanza al exgobernador, ahora senador de Morena, Adán Augusto López Hernández y, por extensión, a la 4T.
El periodista Mario Maldonado escribe hoy que en el expediente judicial del caso, se menciona “una lista con 32 nombres que se atribuye a testigos colaboradores de la Fiscalía General de la República (FGR)”, donde se incluyen a políticos y empresarios que, según el documento, habrían sido mencionados por testigos.“Para el gobierno de la 4T, el riesgo está la vista y el escándalo puede escalar a niveles insostenibles y golpear a las más altas esferas de Morena”, apunta.
El regreso del hijo pródigo…
En Tabasco lo recuerdan con escoltas y sirena abierta. En Mérida, los registros lo ubican en el origen: es yucateco.
Perfiles periodísticos y de investigación judicial coinciden en ese dato biográfico, que conecta a Yucatán con la trama criminal: aquí nació, aquí tejió redes familiares y, de acuerdo con versiones ministeriales, aquí circularon flujos de dinero de La Barredora.
Un punto de quiebre fue la Navidad de 2023: motines en cuatro cárceles de Tabasco, balaceras, vehículos incendiados y tiros cerca de la casa del entonces secretario.
A partir de ahí, su apellido dejó de significar “control” y empezó a rimar con la expansión de un grupo que mezclaba narco, huachicol y extorsión, operado —según informes militares y carpetas de investigación— desde dentro de la propia estructura de seguridad.
La ruta yucateca del efectivo
El dato más sensible para Yucatán es económico y aéreo: un testigo asegura que Bermúdez envió alrededor de 40 millones de pesos en avionetas privadas, para resguardo de un empresario vinculado a su círculo.
Parte de esos traslados habría tenido como destino Mérida. La línea ya se sigue en juzgados y hay reportes locales que documentan los movimientos.
La pregunta que toca a la autoridad estatal y federal es obvia: ¿quién autorizó?, ¿quién miró a otro lado? ¿quién lo permitió?
No se trata de un episodio aislado. Informes de investigación periodística han descrito que La Barredora hizo negocios de proveeduría y servicios alrededor de obras federales, incluido el Tren Maya, donde parientes y operadores de Bermúdez obtuvieron posiciones que hoy se revisan bajo lupa anticorrupción.
Política y protección: las preguntas que tocan al poder
La dimensión del caso excede a Tabasco. El País y Los Angeles Times han descrito la trayectoria de Hernán Bermúdez desde 2019 en documentos castrenses: un jefe policíaco que, mientras encabezaba la Secretaría de Seguridad, habría escalado como actor criminal.
La Fiscalía de Tabasco obtuvo orden de aprehensión en febrero de 2025; Interpol emitió alerta en julio.
Si el mando fue nombrado por Adán Augusto López, ¿qué controles se aplicaron? ¿Qué informes se ignoraron? ¿Quién responde por el tiempo que el funcionario operó con placa en la solapa?
La Presidencia ha intentado contener el daño: la detención en Paraguay y la reclusión en el Altiplano se han presentado como prueba de “cero impunidad”.
Pero el regreso de Bermúdez a México puso contra las cuerdas el discurso: el caso reabre los archivos de la administración anterior.
Organigrama y esquirlas
Antes de la caída del “Comandante H” ya habían sido detenidos operadores clave de La Barredora, como “El Tomasín” y “El Guasón”.
La narrativa de “hechos aislados” se desmoronó con cada captura y con la violencia reactiva en Villahermosa.
La estructura, según reconstrucciones periodísticas, nació dentro de corporaciones policiacas, se irrumpió en territorios clave del Golfo y tejió alianzas coyunturales con células del CJNG.
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Huachicol, la otra ruta que toca Yucatán
En paralelo, en Yucatán se encendieron los focos rojos por el robo y contrabando de combustibles: en 2024 fue la entidad con más hidrocarburos asegurados por la Guardia Nacional, según el Censo Nacional, y en 2025 se han reportado cateos y decomisos masivos en Progreso —más de 180 mil litros— así como tomas clandestinas en el corredor Mérida-Progreso.
A ello se suma que la Aduana de Progreso quedó bajo sospecha por “huachicol fiscal”, línea indagada a nivel federal.
El cuadro no prueba, por sí solo, vasos comunicantes con La Barredora, pero sí perfila un ecosistema logístico y financiero compatible con economías criminales que usan puerto, aduana y carreteras del estado.
Para las autoridades yucatecas, el deber de diligencia es claro: cruzar bitácoras de vuelo, manifiestos portuarios y operaciones fiscales para descartar o confirmar puentes entre ambas tramas.
Yucatán: blindaje real o espejismo
Yucatán presume tasas bajas de homicidio, pero los flujos financieros y logísticos del crimen organizado no respetan las fronteras de la estadística. El caso Bermúdez obliga a revisar tres frentes locales:
- Aduana aérea y hangares privados: ¿hubo reportes sobre aterrizajes reiterados de avionetas privadas con itinerarios atípicos? ¿Se cruzaron manifiestos de vuelo con operaciones fiscales?
- Contratos y obra pública federal: ¿qué empresas con socios yucatecos ligadas a operadores de Tabasco participaron en tramos del Tren Maya u otros proyectos? ¿Se auditaron?
- Redes patrimoniales y fideicomisos: ¿se rastrean cuentas, inmuebles y sociedades vinculadas a Bermúdez o a su círculo en Mérida y municipios conurbados?
La escena actual
La presidenta Claudia Sheinbaum llega a Tabasco y la violencia se expresa en narcomantas, pinchallantas y autos quemados.
El exsecretario ingresa esposado al Altiplano y comparece por videoconferencia ante jueces de Tabasco. Alega persecución política.
En paralelo, la carpeta crece con testimonios, oficios de inteligencia y rutas del dinero. Yucatán aparece en varios de esos folios: como cuna del personaje y, presumiblemente, como plaza de resguardo y tránsito.
En ese espejo, la narrativa del “estado blindado” debe acompañarse de auditorías, decomisos y nombres completos, más allá de la propaganda.
Pronto se definirá la situación jurídica de Bermúdez Requena con la reanudación de la audiencia inicial, donde el juez determinará si se le vincula a proceso como presunto líder de La Barredora.
Expertos en el tema dicen que, de resultar culpable, podría enfrentar hasta 158 años de prisión por delitos que incluyen secuestro, asociación delictuosa y extorsión.La Gaceta Yucatán—Redacción