La detención de Ulises “P.”, alias Pinto, uno de los presuntos líderes del grupo criminal La Barredora en Tabasco, no solo representa un duro golpe al crimen organizado en la región: también reaviva los vínculos incómodos entre esta estructura delictiva y figuras cercanas al actual senador y exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández.
Confirmada por el Registro Nacional de Detenciones (RNS) y detallada en redes sociales por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, la captura se realizó en Jalisco junto con otra persona, como parte de una operación federal contra el crimen organizado. Pinto es identificado como un operador clave de la escalada de violencia en Tabasco desde inicios de 2024 y está relacionado con delitos graves como secuestro, extorsión, trasiego de drogas, robo de combustible y asociación delictuosa.
Vínculos directos con el exsecretario de Seguridad de Tabasco
Lo que pone los reflectores sobre Adán Augusto es el nexo directo entre Ulises “P.” y Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante el mandato del hoy senador de Morena. Bermúdez, actualmente prófugo de la justicia, es señalado como una figura clave en la protección y fortalecimiento de La Barredora en el estado, de acuerdo con información publicada por Reforma.
En conferencia de prensa reciente, García Harfuch confirmó que Bermúdez no es el único objetivo: “Cuando él sale de Tabasco, quienes comienzan la operación fuerte son sus colaboradores, los mismos que hoy forman parte de esta organización criminal”.
Además, reveló que Bermúdez habría promovido un amparo en abril para evitar su captura, a pesar de haber salido del país desde enero. La orden de aprehensión en su contra —vigente— incluye delitos como secuestro, asociación delictuosa y posible complicidad con organizaciones criminales.
La sombra de Adán Augusto
Aunque hasta ahora Adán Augusto López no ha sido implicado formalmente, la captura de Pinto y la búsqueda activa de su exfuncionario más cercano tensan aún más el clima político para el exgobernador, quien ha ganado protagonismo en la 4T como operador político de alto nivel. La cercanía entre López Hernández y Bermúdez, así como la designación directa de este último en cargos de seguridad, plantean interrogantes sobre el nivel de conocimiento o permisividad que pudo existir durante su gestión en Tabasco frente al crecimiento de grupos criminales como La Barredora.
Durante la conferencia matutina de este miércoles, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que la investigación en torno a Hernán Bermúdez está en manos del Gabinete de Seguridad y la Fiscalía General de la República (FGR), lo que sugiere que la trama podría escalar a niveles más altos del poder político local y nacional.
La Gaceta Yucatán—Redacción.