El Senado toma protesta a ministros, magistrados y jueces en una inédita renovación judicial impulsada por voto popular; expertos señalan avances hacia la legitimidad democrática, pero advierten riesgos de politización
Renovación sin precedentes en el Poder Judicial: protestan 875 juzgadores en el Senado bajo nuevo modelo de legitimidad
En una sesión solemne que se extendió hasta la madrugada de este martes, el Senado de la República fue escenario de un hecho sin precedentes: la toma de protesta de 875 personas juzgadoras elegidas por voto popular en los comicios del pasado 1 de junio. Este evento marca el inicio de una nueva era para el Poder Judicial mexicano, con implicaciones profundas para la vida institucional del país.
De un total de 881 cargos judiciales, solo seis quedaron pendientes por ausencia o vacancia, mientras que el resto —incluyendo ministros de la Suprema Corte, magistrados electorales, jueces de distrito y magistrados de circuito— asumieron formalmente sus funciones.
La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, la morenista Laura Itzel Castillo, encabezó la ceremonia donde se tomó protesta a:
- 9 ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), entre ellos Hugo Aguilar Ortiz, quien fue designado como nuevo presidente del máximo tribunal.
- 2 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con Gilberto de Guzmán Bátiz García como presidente.
- 15 magistrados por cada una de las cinco Salas Regionales del TEPJF, con cinco de ellos asumiendo presidencias temporales.
- 5 magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, uno de los nuevos órganos de vigilancia interna del Poder Judicial.
- 462 magistradas y magistrados de circuito, así como 384 juezas y jueces de distrito, electos democráticamente.
Este proceso, derivado de una reforma constitucional que estableció la elección directa de los cargos judiciales, se considera un hito en la historia del sistema judicial mexicano.
La poca participación ciudadana en la elección de juzgadores es celebrada por sus promotores como un avance hacia la democratización y legitimación social del Poder Judicial. El objetivo declarado: acercar la justicia al pueblo y reducir la percepción de elitismo y corrupción que ha rodeado al sistema durante décadas.
“La toma de protesta de los nuevos juzgadores representa un paso firme hacia un Poder Judicial más representativo y sensible a las demandas sociales”, expresaron legisladores de Morena durante la sesión.
Luces y sombras del nuevo modelo judicial
Sin embargo, el proceso también ha generado preocupaciones entre juristas, académicos y organizaciones de la sociedad civil. Algunos de los principales puntos de tensión incluyen:
Pros:
- Mayor legitimidad democrática: los juzgadores llegan al cargo con respaldo popular.
- Transparencia y renovación: el proceso permitió la renovación de prácticamente todo el aparato judicial federal.
- Enfoque territorial y social: se abre la posibilidad de una justicia más cercana a las realidades locales.
Contras:
- Riesgo de politización: al ser electos mediante campañas, algunos jueces podrían responder más a intereses partidistas que a principios jurídicos.
- Falta de experiencia: algunos perfiles electos carecen de trayectoria judicial robusta, lo que podría afectar la calidad de las resoluciones.
- Independencia judicial en entredicho: expertos alertan sobre la erosión de la autonomía judicial frente al poder político.
Cargos pendientes y vacantes
No todos los nombramientos pudieron concretarse. Dos personas juzgadoras no se presentaron a la sesión y rendirán protesta en fecha posterior:
- Claudia Valeria Delgado Urbi, magistrada del Circuito 8 (Coahuila).
- Francisco Alejandro Reséndiz Venegas, juez del Circuito 22 (Querétaro).
Asimismo, cuatro cargos permanecen vacantes por falta de candidaturas o resoluciones judiciales pendientes, ubicadas en circuitos con sede en Nuevo León, Guanajuato, Coahuila y Ciudad de México.
La magnitud de este cambio sitúa al Poder Judicial en una etapa de redefinición institucional. La ciudadanía será testigo y juez del desempeño de los nuevos funcionarios, en un contexto donde las decisiones judiciales estarán más que nunca bajo el escrutinio público.
La historia del nuevo Poder Judicial apenas comienza. Y con ella, también el debate sobre sus alcances, sus límites y su futuro.
La Gaceta Yucatán—Redacción.